...Yo mismo no puedo explicarme, me temo,
porque, como ves, no soy yo mismo.
...¡Oh, mi piel y mis bigotes!
Esto es, esto es lo que me oprime el alma.
El mejor momento para salir a la captura de cangrejos
humanos es cuando brilla, plateada, la Luna. Por lo general, es más fácil reconocerlos
de noche, cuando salen todos acicalados y endomingados a sonar, arrebujados en
su vívida imaginación. La luz de la
Luna les sienta estupendamente. Armoniza con sus múltiples
estados de ánimo y combina con sus emociones cambiantes.
Para conocer las claves de la naturaleza de Cáncer te será
muy útil, lector, mirar un poco la
Luna en las claras noches del campo. Con el aire contaminado
de la ciudad se te hará difícil verla, pero siempre puedes recurrir a un
almanaque. Fíjate en la forma y en el aspecto cambiante de la Luna. A medida que crece y
su luz aumenta, se convierte lentamente en un perfecto disco redondo en el
cielo. Cuando mengua, desaparece poco a poco, hasta que no queda visible más
que un delgado hilacho de luz con un tenue y rielante resplandor de plata.
Los estados de ánimo pasajeros de Cáncer están sincronizados
con la Luna y
responden a la misma misteriosa influencia lunar que rige el movimiento de las
mareas en el océano. Sin embargo, en realidad la Luna no cambia. Únicamente,
lo parece. Igualmente, Cáncer sigue siendo la misma persona pese a todos los
altibajos. Una periodicidad tan previsible, constante en su inconstancia, hace
que el Cangrejo sea fácil de reconocer, una vez que uno sabe en que fase está
cuando lo encuentra.
Es posible que la primera vez que lo encuentres esté
riéndose con su <<extravagante risa lunar>>, irresistiblemente
contagiosa, que recorre de extremo a extremo la escala, con profundos y
guturales armónicos. Se desgrana en risitas y carcajadas hasta estallar
finalmente en un cacareo que suena exactamente como si doscientas gallinas
acabaran de poner doscientos huevos perfectos. Si está en su papel de animador
de la fiesta, no te costará nada encontrar a Cáncer. Será el tipo mas divertido
del salón, a risa por minuto. Y si no es él quien está actuando, estará
festejando las gracias de algún otro. A nadie le gustan las bromas más que a
Cáncer, y su faceta divertida es tanto mas inesperada cuanto que irrumpe de
manera tan incongruente en su personalidad, normalmente tranquila y serena. El
humor lunar es profundo, jamás superficial ni trivial, porque surge de su
notable capacidad de observación del comportamiento humano.
Es posible que Cáncer no se ponga todos los días su risa
lunar, pero siempre puede sacarla en un abrir y cerrar de ojos de su viejo baúl
del sótano.
No son gente que se desviva por las candilejas, como los
extrovertidos Leo o los apayasados Sagitarios, pero los Cáncer tienen un
pavoroso sentido de la publicidad, cuando les da por hacerse notar. No te dejes
engañar por esa aparente modestia. Secretamente, les gusta que les presten
atención, y les embriagarán los titulares que puedan conseguir. A Cáncer no le
encontrarás persiguiendo la fama con pasión (no hay nada que persiga con
verdadera pasión), pero ten por seguro que tampoco huirá de ella. Más fácil
será verle calentándose al calor de los aplausos que huyendo de ellos. Puede
que haya cosas de las que Cáncer se esconda, pero el reconocimiento no es una
de ellas.
Si eres de esas personas que se enfrían fácilmente, ponte la
gabardina antes de exponerte a la humedad de un Cáncer que se halle en un
estado melancó1ico: es capaz de echarte cubos de agua fría hasta que te den
temblores y escalofríos. Cáncer puede estar en un momento bajo y hundirte en
una depresión mas profunda que el fondo del océano. Habitualmente, sus temores
están bien cubiertos por el disparatado humor lunar, pero siempre están con él,
acosándolo día y noche con una vaga sensación de peligros innominados que
acechan entre las sombras. Nunca muy lejano, el pesimismo estará siempre pronto
a frustrar los hermosos vuelos de su fantasía. Un Cáncer puede lanzarse al más
increíble viaje a las estrellas, en alas de su imaginación, si consigue ignorar
esa machacona voz interior que insiste en advertirle que puede perderse en el
espacio. Pero hasta que aprende a dominarlos, sus miedos constituyen el ta1ón
de Aquiles que le duele cada vez que intenta volar demasiado alto.
Sus lágrimas no son nunca lágrimas de cocodrilo; fluyen de
los profundos ríos de su corazón, frágil y vulnerable. Con una mirada dura o un
tono de voz áspero puedes herir sus delicados sentimientos, y la crueldad puede
llenarle los ojos de lágrimas o inducirle a un completo retraimiento. (Es
extraño, pero Cáncer rara vez tiene fiebre; es mas probable que sufra de
escalofríos.) En tales ocasiones no es fácil descubrir al Cangrejo, porque
cuando está herido desaparece en un silencio lleno de reproche. A veces puede
ser que se desquite con una sana digna de Escorpio, pero por lo general lo hará
en secreto y no abiertamente, con el olímpico desprecio de los cangrejos por
las consecuencias. La mayoría de las veces, más bien, eludirá todo intento de
igualar puntos, y se sentirá contento por esconderse bajo su caparazón protector.
Cuando le hayas herido, puedes pasarte días enteros tocándole con un palo sin
conseguir que reaccione. No abrirá la puerta, no contestará al teléfono ni las
cartas. Cuando se hallan en un estado de incertidumbre, desesperación o
tristeza, los nativos de Cáncer buscan el retiro y la soledad, como los
verdaderos cangrejos.
Hay otro estado de ánimo propio de Cáncer: el malhumor. La
persona que te salió con un exabrupto cuando le preguntaste la hora, o que
estuvo a punto de arrancarte la cabeza por pedirle que te pasara la sal, era
probablemente Cáncer que sufría uno de sus ataques de malhumor que le llevan a
odiar al mundo. No es que esté enojado contigo, está desilusionado de la vida.
Ya se le pasará y volverá a ser la persona dulce, suave y comprensiva que
conoces, cuando cambie la
Luna. Fíjate en el calendario cuando hace el próximo cuarto,
o espera a que vuelva a subir la marea.
Hay dos tipos Cancerianos básicos. El primero tiene un
agradable rostro redondo, la piel suave, la boca grande y sonriente, los ojos
casi circulares: mas bien un aspecto de bebé. Piensa en la cara de la Luna , que es una imagen
perfecta. El segundo tipo es más común. En su rostro se advierte inmediatamente
el inconfundible aspecto de cangrejo. Verás un cráneo bastante grande, de cejas
salientes y pómulos altos. Es posible que las cejas den la impresión de estar
permanentemente trabadas en un ceño que, cosa rara, no es ofensivo, sino más
bien interesante. La mandíbula es pronunciada y los dientes prominentes, o de
alguna manera desiguales. Los ojos, pequeños, están generalmente muy apartados.
A veces veras a algún Cáncer en quien se combinen la cara lunar y la del
cangrejo, pero cada una de ellas es tan distintiva que, aunque se mezclen, es
fácil reconocerles como gente regida por la Luna , nacida bajo el signo del Cangrejo. Algunos
son indiscutiblemente regordetes pero la gran mayoría tienen una estructura
ósea bien marcada Los brazos y las piernas pueden ser excepcionalmente largos
en relación con el resto del cuerpo, los hombros más anchos de lo habitual, y
es frecuente que manos y pies sean muy pequeños o bien muy grandes. La mayoría
de estos nativos son un poco pesados de arriba, y cuando caminan deprisa se
balancean ligeramente. Ya sean regordetas o delgadas, las mujeres necesitan por
lo general una talla de suéter considerablemente mas grande que la talla de la
falda. 0 si no, parecen tablas. En cualquiera de los dos sentidos, esta
característica es muy marcada Entre las mujeres de este signo, nunca hay un
término medio para esta zona de su anatomía.
Todos los regidos por la Luna tienen un rostro enormemente expresivo. Mil
estados de ánimo se perfilan fugazmente en sus facciones en el curso de una
conversación. ¿Conoces a alguien que a veces cacarea desaforadamente, después
llora con desconsuelo, de pronto te contesta bruscamente y con irritación, y
que cuando lo hieres se oculta? ¿Y que normalmente te trata con mesurada
consideración? Si es gruñón, pero bondadoso, un conversador fascinante con
profundos pozos de imaginación creadora, tu amigo nació probablemente a fines
de junio o en julio.
Los Cancerianos tienen tal dominio sobre las imágenes, y sus
fluctuaciones anímicas son tan intensas, que pueden hacer que los demás las
sientan. Su imaginación se abalanza sobre la alegría y el dolor, sobre el
horror y la compasión, sobre la tristeza y el éxtasis, y asegura firmemente
cada emoción con la intensidad retentiva de su memoria. Absorben imágenes y las
reflejan con la fidelidad de un espejo o de una cámara. Cada experiencia les
queda grabada en el corazón como una fotografía queda registrada en el
negativo. Jamás olvidan ninguna de las lecciones que les ha enseñado la vida,
ni las que la historia enseña a la humanidad. Cáncer reverencia el pasado y es
generalmente patriota de corazón. Las figuras históricas le llaman la atención
tanto como sus propios antepasados. Frecuentemente, es coleccionista de
antigüedades, viejos tesoros y reliquias antiguas, y el ayer despierta en él
una curiosidad insaciable. Cáncer es una especie de arqueólogo mental, que está
continuamente haciendo excavaciones en busca de hechos fascinantes.
Es también un pozo de sigilo. Automáticamente, la gente le
confía sus secretos, pero la sensibilidad del Cangrejo le permite conocerlos
sin que hayan mediado las palabras. Su compasión es profunda y enormemente
intuitiva; no son muchos los secretos que Cáncer no pueda descubrir, si le
interesan. Sin embargo, es una calle de una sola dirección. El Cangrejo
obtendrá toda la información que pueda sobre ti, pero jamás te dejará conocer
sus propios pensamientos. Sus sentimientos están cuidadosamente resguardados de
las miradas indagadoras. Al Cáncer típico no le gusta hablar de su vida
personal, pero le encanta saber de la tuya, porque para su imaginación lunar le
resulta fácil adivinar lo que tú no le cuentas. Sin embargo, es raro que Cáncer
adopte la actitud de juez; simplemente deduce, absorbe, refleja.
Aunque devuelva las emociones como un espejo, el Cangrejo no
soltará sin lucha las cosas tangibles. Date una vueltecita por la playa y
observa los hábitos de los verdaderos cangrejos. Cuando atrapan un objeto (y
esperemos que no sea tu dedo gordo), se agarran a él como un salvavidas. Antes
pierden una pinza que soltarlo. Si el cangrejo pierde una pinza, le crece otra,
así que puede agarrarse otra vez con la misma tenacidad, y esto ha de servirte
de lección para cuando trates de conseguir que Cáncer desista de algo que él –o
ella– realmente quiera. Cáncer jamás renunciará a un objeto que atesora, y que
tanto puede ser un amigo o un pariente a quien quiere como un título o un
cargo; desde un viejo daguerrotipo a un par de pantuflas deshilachadas, con las
suelas medio gastadas.
Mientras estés en la playa, toma algunas notas más sobre las
costumbres del verdadero cangrejo. Su manera de andar, por ejemplo. Si le ha
echado el ojo a tu dedo gordo, no esperes que se encamine directa y
decididamente hacia tu pie. Primero retrocede unos pasos. Después se desplaza
de costado. De pronto, sin previo aviso, se arrastra hacia el otro lado. Parece
siempre que se mueva en la dirección opuesta, pero ni por un segundo se
descuida: si ese apetitoso dedo gordo empieza a alejarse de él, entonces
avanzará directamente. Y más vale que corras, si no quieres que te hinque las
pinzas. Cuando ve que corre riesgo de perder el bocado que le tienta, la cosa
va en serio. El Cangrejo humano imita exactamente estas tácticas. Cáncer nunca
va directamente detrás de lo que quiere. Su estrategia consiste en moverse en
todas direcciones, salvo hacia adelante. Y a este juego de los cambios puede
jugar indefinidamente, hasta que da la impresión de que algún otro será quien
se lleve el premio. Entonces, el Cangrejo juega sus cartas con rapidez y
astucia, da un salto hacia delante, se adueña del trofeo y no lo suelta.
De manera muy semejante se conducen cuando se trata de
generosidad y de dar algo. El corazón de Cáncer es demasiado blando para que no
lo conmuevan las necesidades de la gente.
Realmente, se preocupa y quiere ayudar. Pero da
cautelosamente un paso atrás y espera, para ver si no hay alguien que se
adelante antes que él. ¿Por que va a dilapidar él desatinadamente su tiempo o
su dinero, si no es necesario? Cuando todas las otras fuentes fallan, cuando
ninguna otra ayuda da señales de materializarse, Cáncer salva la situación en
el último momento; dejará que te hundas dos veces, pero te salvará en el minuto
antes de que te sumerjas por tercera vez. Es demasiado bondadoso para quedarse
mirando cómo te ahogas, pero ten por seguro que él no se mojará si anda por ahí
cerca un salvavidas, o si tiene la impresión de que tú solo puedes llegar
nadando a la costa. Es auto preservación, no egoísmo ni falta de bondad. El
corazón del Cangrejo es tierno por debajo de su caparazón duro y protector.
Pero él no tiene más que cierta cantidad de tiempo, dinero y emociones para
dar, y prefiere distribuirlos con prudencia. Es frecuente que su gesto final
sea magnificente y generoso, pero para su mentalidad lo sensato es observar y
esperar antes de actuar. Nadie podría acusarle de impulsivo.
Cuando efectivamente actúa, quiere tender detrás de si –o de
ti– algún tipo de hilo que le sirva de registro. El Cangrejo calcula
cuidadosamente sus acciones, basándose en experiencias, ya sean propias o
ajenas. Necesita como cimiento la fuerza de un precedente aceptado o la
tranquilidad de una seguridad financiera. Le inquieta andar sólo sin una póliza
de seguro, y por eso la mayor parte de sus albures terminan en éxito, y cada
jugada final es un golpe de gracia ejecutado con delicadeza.
Naturalmente, es raro que Cáncer pueda caerse en un pozo en
la oscuridad. Con una fogosa influencia lunar o un signo de fuego en el
ascendente, es posible que se arriesgue en alguna maniobra ocasional, pero si
fracasa se sentirá desdichado por haber ido en contra de su propio juicio
personal mas íntimo. Puede ser que las influencias de Leo o Sagitario le hayan
inducido a actuar, pero al volver al imperio de su propio signo solar después
de la derrota, se siente inundado de desdicha. Cáncer tiende a cavilar sobre
sus errores en vez de desentenderse con un encogimiento de hombros de la mala
suerte y hacer un nuevo intento, y antes de que corra otro albur tendrá que
pasar algún tiempo.
Sea hombre o mujer, el Cangrejo ama su hogar con un respeto
rayano en la reverencia. Ningún sumo sacerdote de tiempos pasados sintió jamás
su altar como algo más sagrado de lo que es para Cáncer el lugar donde cuelga
su sombrero viejo.
Es posible que veas colgar de sus paredes uno de esos
letreros que dicen <<No hay sitio como el hogar, por humilde que
sea>>. (Si, ya sé que normalmente la frase es al revés, pero esto es algo
que su hijita hizo en la escuela y para Cáncer es una obra maestra, una perla
inapreciable. Y la admira a menudo.) Su hogar está donde juega, vive, ama,
sueña y se siente seguro. Aunque su profesión pueda obligarle a viajar por
medio mundo, ningún Cáncer es realmente feliz si no tiene un rinconcito que
pueda llamar suyo. Algún día observa la expresión en el rostro de un Cangrejo
que vuelve a casa después de un largo viaje. Es éxtasis puro.
Por más dinero que acumule como reserva, Cáncer jamás se
siente realmente seguro, y por más amor que le brinden, siempre necesita más.
Sus emociones nunca le permiten la seguridad suficiente para relajarse por
completo. Siempre está acumulando cosas palpables en previsión de algún
imaginario desastre futuro. Hay nativos de este signo que realmente tienen
debajo de la cama grandes cajas de cartón llenas de provisiones de todas
clases. Para ahuyentar las pesadillas. Tal vez pienses que estoy exagerando,
pero ¿cuándo fue la última vez que miraste debajo de la cama de un Cangrejo? Y
si no encuentras allí las latas de conservas, fíjate en los estantes de la
despensa. Tal vez te encuentres con dos docenas de latas de paprika y
veintiocho cajas de pan rallado enriquecido con vitaminas que compró en una
liquidación, en 1943. ¿Para qué las reserva? No hagas preguntas tontas. Algún
día puede haber hambre en el país, y él estará preparado. (Noé debió de haber
nacido en julio, porque a él tampoco le pescó el diluvio con las velas bajas.)
¿Por qué no usa toda esa paprika y ese pan rallado? La respuesta a eso plantea
otra pregunta. ¿Por qué no usa esos catorce pares de pijamas nuevos y las siete
docenas de bufandas de cachemira que le han ido regalando a lo largo de los
años? Todavía están envueltas en el papel. ¿Quién sabe? Tal vez Cáncer proyecte
usarlos para abrigar a los animales cuando se produzca el próximo diluvio. ¿Por
qué no? Su visión es así de anticipatoria, y las catástrofes de ayer las
recuerda con toda precisión, aún sin haberlas presenciado.
Con frecuencia encontrarás a Cáncer en el agua. Si no está
nadando, se dedicará a hacer esquí acuático, o caminando por el agua cuando
menos. A no ser que en su carta natal haya alguna influencia planetaria
definida que le haga tener miedo a las olas, el Cangrejo pasará la mayor parte
de su tiempo libre en la playa. Son muchos los Cáncer con su barco propio; les
atrae mucho mas tener una cáscara de nuez donde poder refugiarse que una docena
de televisores en color o cincuenta automóviles. Hay Cangrejos que poseen unos
yates fabulosos, pero aunque sea un botecito de remo o una canoa, su
propietario Cáncer se sentirá feliz remando o haciendo de timonel. Es como si
los de este signo tuvieran un sueño particular y secreto que se les ha perdido
en la profundidad de las aguas, y tratarán de encontrarlo. Más de la mitad de
los Cangrejos que conozcas serán navegantes de fin de semana. Tal vez sea la
llamada de la Luna
y de las mareas, pero sea lo que fuere, jamás aparecen tan arrogantes como
cuando se pasean alegremente por la cubierta de su barco, con las zapatillas de
tenis de la época en que se graduaron en la Universidad. (No le
sugieras nunca que se compre otras. Una cosa que hay que entender con Cáncer es
que, si algo es viejo, tiene valor; si es nuevo es sospechoso.)
Las emociones de Cáncer pueden ser más poderosas que el
cuerpo físico. La aprensión y las preocupaciones son susceptibles de provocarle
una enfermedad, y la alegría puede poner bien a Cáncer. Es frecuente que tema
un colapso financiero, o la pérdida de alguien que afectivamente necesita. Si
su seguridad se ve amenazada –ya sea la económica o la del corazón puede caer
en una depresión que inconscientemente lo predispone a enfermedades o
accidentes. Su activa imaginación es en ocasiones lo bastante morbosa como para
convertir en grave o crónica una dolencia menor. Cuando está en sus momentos sombríos,
Cáncer responde mal a los estímulos positivos; puede pensar que eres
indiferente porque no te compadeces de él, pero –diga él lo que diga– la
compasión es lo último que necesita el Cangrejo cuando está enfermo. Si se pone
melancó1ico ante una terrible perspectiva, se está buscando verdaderos problemas
y necesitará el doble de tiempo para curarse.
Las áreas más vulnerables son el pecho, en hombres y
mujeres, las rodillas, riñones, vejiga y piel. La zona de la cabeza y de la
cara también es delicada, lo mismo que el estómago y el sistema digestivo. Los
Cáncer son, prácticamente, los inventores de las úlceras, pero los que se
mantienen serenos y recurren a su maravilloso sentido del humor para superar
las depresiones, pueden fácilmente mantenerse bien hasta una avanzada madurez.
Si llegan a coger con firmeza la felicidad y no la sueltan, los Cangrejos
tienen el poder de aferrarse a la vida con la misma tenacidad con que se
aferran a periódicos y maceteros viejos. La alegría, el optimismo y la risa,
tomadas todos los días y en grandes dosis, les mantendrán sanos de cuerpo y
alma. Lo que Cáncer se imagina que siente, es lo que siente realmente. Ningún
otro signo es tan propenso a enfermar por ideas negativas, pero tampoco ninguno
es capaz de tan sorprendentes milagros de autocuración. Es una contradicción
extraña, y no olvidarla resultará enormemente beneficioso para todos los
nacidos bajo este signo.
Muchos de ellos son jardineros natos, que cuidan y riegan
amorosamente sus plantas, y muchos cultivan también con la misma devoción
florecientes cuentas bancarias. A Cáncer se le pega el dinero y, como es una
sensación que no le disgusta, deja que se le pegue. En sus gastos es frugal,
por decir lo menos.
Aunque influencias impulsivas afecten su carta natal, el
Cangrejo siempre mantendrá algunos billetes en reserva para los días malos. Si
te dice que está en quiebra, quiere decir que le quedan las últimas decenas de
miles, lo cual para él es una situación desesperada. Para la administración de
fondos nadie es mas capaz que el Cangrejo (aunque Tauro, Capricornio o Virgo
puedan seguirle muy de cerca), experto en acumular dinero y en hacerlo crecer
como crecen las flores y los árboles que él planta. Rara vez se escapará de sus
manos tenaces o se escurrirá entre sus dedos, y nunca le verás arrojar el
dinero por la ventana por el solo placer de librarse de él. Sólo su cautela
excede a su generosidad. El viejo John D. Rockefeller, que era Cáncer, pensaba
probablemente que era muy manirroto cuando les daba todas esas monedas a los
niños; le divertía seguir gastando de semejante manera el dinero, al mismo
tiempo que enseñaba economía. Así y todo, el Cangrejo compartirá de buena gana
lo que tiene cuando alguien a quien el quiere o que le gusta se halla en
situación de verdadera necesidad. Un niño siempre le conmoverá lo suficiente
para sacarle algún dinero, pero nunca perdonará al comerciante que le cobre
unos centavos de más por la lata de judías.
Para Cáncer, de alguna manera, la comida representa
seguridad. Si Mother Hubbard, el
personaje de las Nursery Rhymes inglesas, hubiera nacido en julio, jamás se
habría recuperado del shock de haber encontrado vacío el armario. No importa lo
que coma, el Cangrejo siempre se siente mas seguro cuando la despensa está
hasta rebosar. Al hablar de comida, su rostro expresivo se ilumina, y las
historias de desnutrición le horrorizan, realmente. Cáncer se preocupa
auténticamente por el hambriento, y se siente responsable de todos los
estómagos vacíos del mundo. (El conocido matemático y astrólogo Carl Payne
Tobey señaló que la consigna política del Cáncer Nelson Rockefeller en su
campaña en los supermercados era: <<A él le importa>>). Para
Cáncer, desperdiciar comida es un crimen. Puedes repetir todas las veces que
quieras, pero cuidado con dejar restos en el plato.
Ambos sexos poseen un fuerte instinto maternal. Son gente
que siempre está tratando de llenar a alguien con una buena comida caliente, o
de protegerlos del aire húmedo de la noche.
Cáncer trata a sus amigos y seres queridos como si fueran
bebés, y revolotea protectoramente en torno a ellos. Es difícil decir que es lo
que con mas profundidad afecta a las emociones lunares, si los niños, la comida
o el dinero.
Su naturaleza sensible queda oculta bajo un duro caparazón,
y el Cangrejo tiene la sensatez suficiente para evitar los mares tormentosos.
Durante la mitad del tiempo vive en la tierra, la otra mitad en aguas
profundas. Se viste con el rielante dorado pálido y luminoso de la Luna , y oculta sus poderosas
emociones tras los tintes verde pálido, malva y lavanda de la modestia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario