El panteón mesopotámico estaba organizado como una gran familia de dioses donde cada uno de sus miembros tenía unas atribuciones especiales. Todos ellos cumplían un papel más o menos destacado en los mitos, en los que mostraban sus virtudes y defectos al igual que los seres humanos. Los dioses más importantes eran los siguientes:
· Anu: durante la época más antigua fue el dios principal. Es el dios del cielo.
· Enlil: es hijo de Anu. Portaba la «tablilla de los destinos con la que controlaba el futuro de todos los seres. Terminó sustituyendo a su padre como rey de los dioses.
· Ea (o Enki): es el dios del conocimiento mágico, que controlaba el agua dulce, tan importante para la agricultura en Mesopotamia. También se encargaba de enseñar a la humanidad los diferentes oficios.
· Marduk: hijo de Ea. Era el dios principal de Babilonia. Se convirtió en rey de los dioses a partir del Imperio Babilónico.
· Ishtar: es la diosa del amor. Con diversos nombres, fue conocida en toda Asia occidental, convirtiéndose en la diosa más popular del panteón mesopotámico.
· Nabú: patrón de los escribas y dios de la sabiduría.
Los amuletos en tierras de Mesopotamia
Los amuletos surgieron como una necesidad de hacer permanentes los conjuros mágicos basándose en las creencias de que las palabras escritas o las imágenes reproducidas tenían el mismo poder de las cosas a las cuales representaban. Al principio, sus amuletos fueron exclusivamente naturales, y estaban basados en la observación de las propiedades que poseían los distintos elementos de la naturaleza :las plantas, los animales y los minerales
Los amuletos o fetiches protectores de los pueblos de caldea tuvieron su origen, por tanto , en la magia simpática , o al menos así en la época primitiva: cuando alguien deseaba un amuleto defensivo utilizaba las partes defensivas de un animal feroz (una garra, un collar echo con afilados dientes o con uñas un trozo de su piel o de sus huesos
Quien quería un amuleto curativo o medicinal buscaba las plantas que sabía que tenían una extraña propiedad benéfica sobredeterminada enfermedad a la cual temía, por la causa que fuere. Pensaba que si dicho vegetal, debidamente ingerido, curaba la dolencia, cabía suponer, que, llevado permanentemente encima , en una bolsita a modo de collar, por ejemplo, protegiera a su portador y mantuviese alejada de esa misma enfermedad. En conjunto, esos son los orígenes de los amuletos vegetales que aún seguimos utilizando en el campo de la magia ahuyentaste
La mágia preventiva gozó de gran difusión entre los diversos pueblos de mesopotámia , incluidos los habitantes de la célebre Úr de caldea , la patria de Abraham. La razón de tal éxito es muy sencilla: un pueblo puede considerar los exorcismos o conjuros defensivos como arma fundamental en su lucha contra los malos espíritus y de la adversidad, pero no puede pasarse toda la vida recitando dichos exorcismos y conjuros defensivos para mantenerlos alejados . por eso nacieron los fetiches preventivos ,los amuletos ; si el conjuro se realizaba antes de que pudiera presentarse la dolencia o darse la desgracia , tales cosas ya no llegaban a producirse, además , el portador del amuleto quedaba protegido aunque saliera de casa y no tenía que estar tan pendiente de oraciones preventivas o profilácticas
Más tarde los caldeos, en la época de esplendor babilonia, iniciaron la costumbre de grabar símbolos sagrados en consonancia de la aplicación dada de cada amuleto
Los asirios llegaron incluso a disponer fetiches protectores en los cimientos de las casas , acto que se realizaba a fin de sacralizarlos , el célebre orientalista Oppert fue quien dio a conocer esa costumbre del pueblo asirio . Así lo expresa una tablilla en la que el rey Sargón refiere la fundación del palacio de jorsabad , debajo de cuyos umbrales se halló Botta , colocados allí para preservar los demonios y de los enemigos
No hay que decir que todos los amuletos recibían su poder mágico de las palabras que el exorcista pronunciaba sobre ellos con ciertas ceremonias ; algunas de aquellas largas fórmulas se han conservado íntegras , tenían por objeto dar al amuleto el poder de preservar de los demonios todas las partes de la habitación en que se aplicaba , con las combinaciones a los malos espíritus para el caso de que se atrevieran a allanarlas.
Entre los amuletos que protegían a edificios contra el mal de ojo, se hallaban los llamados “ídolos-ojo” del santuario de Tell Brak (en el norte de Siria, si bien muestra conexiones con culturas sureñas) (principios del IV milenio aC), uno de los más antiguos de Mesopotamia. Fue excavado por Mallowan (esposo de Agatha Christie). Durante tiempo se han interpretado esas pequeñas figuras de piedra, halladas a miles, planas, casi abstractas, en las que sobresalen ojos desorbitados, halladas a miles, como efigies de una divinidad (algunas figuras están coronadas por una tiara de cuernos), o como ofrendas (o imágenes) de fieles (representados aislados, en pareja, con un hijo, o en familia). Hoy, se piensa los ídolos eran fetiches, amuletos, distribuidos por las paredes de las capillas interiores, protectores del recinto contra los “malos espíritus”.
Finalmente, existía un último elemento constructivo que cubría una doble función práctica y mágica: el gozne de las puertas que daban al exterior. Pese a la relativa escasez de la piedra, los goznes consistían en gruesos bloques de piedra dura en los que penetraba el eje del vano. Formulas rituales (encantaciones, plegarias, maldiciones) se inscribían en la parte superior de la piedra (como se puede ver en la exposición). De este modo, las palabras detenían a los malos espíritus. La piedra constituía un obstáculo mágico que se interponía al paso de aquéllos. Cuando la casa se desmontaba, o se destruía para ser levantada de nuevo, se tenía mucho cuidado en recoger y conservar estas piedras para instalarlas en las nuevas construcciones., de modo a que la protección que brindaban siguiera siendo efectiva.
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